viernes, 17 de diciembre de 2010

Esperanza Macarena, Besamanos 2010

La recuerdo desde chico, desde que tengo uso de conciencia Ella está ahí, La recuerdo con un manto de malla y cinco mariquillas verdes sobre su pecho. La recuerdo en los azulejos de un barrio que siempre la consuela. En los calendarios, en aquellas viejas fotos en las que una Saetera le reza e implora para que no se marche, pero siempre vuelve a su barrio, siempre.
Llegó el momento en el que la Esperanza baja a los pies de la ciudad, y la ciudad se rinde ante Ella.




































Dicen que la Esperanza es lo último que se pierde, a veces es lo único que nos queda.

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