domingo, 9 de enero de 2011

99 días.

"Era enero. Hacía frío. Llegar al 23 de marzo se antojaba como una eternidad, pero para eso estaban los tesoros que guardaba en lo alto del mueble de su cama. No le gustaba que lo vieran subirse a la silla para sacar los sobres en los que día por día había metido las estampas y las fotos que conseguía en los besamanos o aquellos tesoros arrancados cuidadosamente de la convocatoria de cultos. A ver si este año aumentaba la colección. Y si un día eran las estampas, otro era el disco con la cara de la Virgen de los Dolores de San Vicente que ponía bajito para que nadie más lo oyera. Otro era una convocatoria pegada en la pared, otro un viernes que le llevaban a San Lorenzo, otro la carta de su hermandad anunciándole los cultos y las papeletas de sitio, otro era la luz al salir del colegio, otro el aire, otro el chaleco gordo que sobraba, otro el besapiés de su Cristo, otro ir a limpiar los varales de latón para que parecieran de plata, la papeleta, la túnica, el cartel pegado en el escaparate del bar de la esquina, el programa del Monte de Piedad y los pasos puestos. Sí. Ahora es Cuaresma todo el año. Derramada a lo largo de todos los meses, no perfuma tanto como aquel tiempo condensado que al reventar hacía saltar las barreras que ponían límite al gozo. Esos años, como las golondrinas de Becquer, ya no volverán. Que mala suerte que no podamos encontrarnos de nuevo con ese tiempo que aun usaba pantalones cortos."

Extraido de la web Pasión en Sevilla.